domingo, 3 de julio de 2011

Para ti Guia de Patrulla

EL GUÍA Y EL SUB-GUÍA
Por:   Ariel Eduardo Cristal
Extraido de: SISTEMA DE PATRULLAS DE ROLAND PHILLIPS

Ariel Eduardo Cristal, Argentina
     La patrulla está compuesta de seis a ocho muchachos. Debe constituir una unidad de trabajo, para los juegos y para las demás actividades, y por lo tanto es esencial que uno de ellos, considerado como un Scout capaz, sea investido con la autoridad de Guía de Patrulla. La palabra capaz no debe entenderse como sabio y hábil. Significa solamente que posee la necesaria capacidad para la dirección, y esta cualidad es en parte natural y en parte adquirida.
     Por perfecto que sea un muchacho, no puede esperarse que desempeñe con éxito las funciones de Guía de Patrulla si no posee algo de esa cualidad particular, de ese magnetismo peculiar que seduce a sus compañeros y que constituye la "personalidad".
     Si un muchacho ha de ser nombrado Guía, es conveniente que no sea el más joven. Y aquí se suscita la cuestión acerca del límite de edad para ser Guía de Patrulla. Hoy existe una excesiva tendencia a reglamentar y a definir y por ello encontramos cosas demasiado absolutas. Ciertamente que la ley es necesaria, pero todo reglamento, especialmente en Escultismo, debe ser elaborado de manera que deje al sentido común la responsabilidad de tener en cuenta, las circunstancias y las necesidades del momento. Decir que un guía de patrulla no debe ser muy joven, no quiere suponer que un muchacho de doce años de edad sea incapaz de obtener el mismo éxito como guía de patrulla que otro de dieciséis años.
     Por lo general, un Scout no puede dirigir a muchachos mayores que él. Y no obstante, la experiencia ha demostrado que en muchos casos ha ocurrido precisamente lo contrario, dando resultados satisfactorios. Esto depende, por una parte, del carácter de los Scouts y por otra, del valor personal del Guía de Patrulla. Pero por lo general, los muchachos no reconocen la autoridad de uno más joven que ellos, por muy capaz que sea. Los músculos ejercen gran influencia sobre el cerebro en este caso. Los muchachos sienten gran admiración por los bíceps; el cerebro les interesa menos. Por eso un Guía que sepa apretar fuertemente la mano de un aspirante para felicitarlo, será más respetado que otro dedicado toda una reunión a iniciarle en los secretos de las pruebas de rastreo y señales.
     En este orden de ideas habría que precisar la edad más "conveniente" para que un muchacho deje la dirección de una patrulla, pero no es posible dar una respuesta categórica.
La experiencia ha demostrado que una patrulla progresa más y más a medida que el Guía logra el efecto y el respeto de sus scouts. También prueba la experiencia, que un muchacho concede su confianza con mayor voluntad al que tiene un poco más de edad. Y hay que tener en cuenta, que entre muchachos de doce y catorce años, la más pequeña diferencia de edad (dos o tres meses, por ejemplo), reviste más importancia que entre hombres.
     Un joven de dieciséis años no juzgará las faltas, los esfuerzos, ni los éxitos de los Scouts más jóvenes, sino de una manera muy diferente a cuando él tenía la misma edad que ellos; en otras palabras: no lo comprenderá. Nunca tendrá el mismo interés en participar en sus juegos ni en sus diversiones.
De todo ello se deduce que la edad normal para un Guía de Patrulla oscila entre los catorce y dieciséis años. (Nota: En Uruguay la Rama Scout abarca de los 11 a los 14 años)
     Pero hemos de repetir que "la excepción confirma la regla", y como decía un jefe: "Lo esencial es sentir amor, vocación y gusto por el cargo".
De todas formas, antes de que el Guía de Patrulla llegue a poseer todas las cualidades necesarias, cualidades desarrolladas por algunos meses de práctica, el trabajo de dirección de una patrulla es demasiado importante para que un muchacho pueda desempeñarla solo. Es necesario un Sub-guía.
     El Sub-guía es seleccionado por el Guía entre los Scouts de su patrulla para que le ayude y le sustituya en casos de ausencia. Es muy importante que el Guía y el Sub-guía cooperen íntimamente, compenetrados de sus deberes. Por esta razón, el jefe de Tropa que escoge a los Sub-guías sin consultar con los Guías correspondientes, comete un gravísimo error inicial, muy difícil de poderlo corregir después.
     Un jefe de Tropa podrá discutir con el Guía la designación del Sub-guía, pero si no logra convencerlo con sus argumentos no deberá emplear su autoridad para nombrar al Sub-guía contra su voluntad.

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