martes, 12 de julio de 2011

Definicion de los Valores

LA EDUCACIÓN EN VALORES DESDE EL ESCULTISMO 
Antonio José Lucas Ruiz
José Manuel Sixto Nogueira
 Por: Martha Zarate
 
Martha Zarate - Mexico
      "La verdad es que el hombre no se enfrenta sólo contemplativamente con la realidad. No sólo la ve, sino que la valora o estima. El hombre siente la realidad como bella o fea, como buena o mala, como agradable o penosa, como noble o vil, como santa o no santa, etc. Ya de suyo, sólo con gran esfuerzo nos levantamos a una actitud puramente contemplativa, y aún ello sólo en raros momentos de nuestra existencia. De modo general, nuestra vida está determinada por la valoración y los valores" (Bochenski, J. "Introducción al pensamiento filosófico").
      Nuestra conducta no sólo está dirigida por normas de uno u otro tipo. Los seres humanos, además de necesidades biológicas que han de ser satisfechas y de normas que rigen nuestra conducta, tenemos también deseos e intereses que nos hacen valorar más unas cosas que otras y preferir aquellas que más valoramos. Asimismo, preferencias y valores están presentes en nuestro lenguaje y en nuestra actuación.
      En principio, podríamos decir que el mundo, la realidad natural y social en la que vivimos, tiene situaciones y cosas que poseen cualidades valiosas. La cualidad de valioso, el valor de algo, ha de ser reconocida o estimada por un sujeto que la aprecie. Por ello llamamos valores a las cualidades que tienen las cosas, las acciones, los comportamientos, las situaciones, etc., que los hacen estimables, deseables, preferibles, necesarios. Lo valioso vale y lo estimamos; lo reconocemos como tal y lo preferimos.
     La noción de valor proviene del lenguaje económico y designa los objetos, situaciones, cualidades e ideas que son apreciados, considerados o estimados. Podemos definir  valor como  cualidad o conjunto de cualidades que hacen que una
persona o una cosa sea apreciada, valga, o sea estimada.
      El valor, por consiguiente, es algo que el hombre en cuanto ser social cuya conducta es regulada por representaciones, signos y símbolos culturales añade a la condición natural de las cosas. Las cosas son lo que son, pero valen según el valor que el hombre les atribuye.
      En general, el valor de una cosa (ya sea un objeto, una situación, una conducta) es aquello que hace que sea querida o buscada. Una cosa es valiosa cuando posee algunas cualidades que consideramos importantes; es buena, bella, correcta, justa.
      Comúnmente, consideramos valioso aquello que es capaz de superar nuestra indiferencia, responde a nuestras tendencias o inclinaciones, destaca por su perfección o dignidad.
      Las personas observamos el mundo a través de nuestros valores. Por ejemplo, cuando veo un paisaje o disfruto de una reunión de amigos, percibo a la vez ciertos hechos y ciertos valores. Esa experiencia global de hechos y valores encauza la atención que voy dando a mis vivencias.
      Los valores sirven de guía para la acción. En cierto sentido son ideales, perfecciones que
son difíciles de conseguir (la paz, la solidaridad...). Sin embargo constantemente nos alejamos o tendemos a ellos en nuestras actuaciones. Los valores están presentes en toda actividad humana, ejercen una atracción y convidan a orientarnos como un faro.
      Son, pues, entidades que representan aspiraciones o deseos, aquello digno de ser
conseguido.
      Un autor clásico, Rokeach, define el valor como una creencia duradera mediante la cual el ser humano actúa prefiriendo un tipo de conducta a otro. El valor es por lo tanto, un tipo de preferencia, una preferencia que implica una obligación que el sujeto se impone.
      Los valores personales o colectivos dan sentido a la vida y despiertan fuertes sentimientos: la justicia, la belleza, la solidaridad.

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