Por: Martha Zarate - Mexico
Marta Zarate - Mexico |
Aquella tarde, Dios se encontraba ocupado en sus asuntos de costumbre.
Acababa de salir de una reunión con los Arcángeles, iba a develar una placa en honor a Gandhi, en fin, se encontraba muy ocupado.
... De pronto se le acercaron dos pequeños angelitos. Quienes muy ocupados le dijeron:
-Señor, tenemos un problema; yo pienso que hay que hacer algo por los humanos, las guerras continúan en la tierra, hay hambre y miseria por todos lados, en fin…hay que hacer algo Señor!
-Y yo Señor, interrumpió el otro, yo creo que no tiene caso, me entristezco mucho al ver lo que sucede cuando decides mandar un nuevo ser a la tierra. Te esmeras al máximo por darle todo para ser un triunfador, lo colmas de cualidades y virtudes, y ve lo que resultan: narcotraficantes, ladrones, seres mediocres cuyo único objetivo es hundir a sus semejantes.
Entonces Dios, sin decir nada, tomó un poco de lodo y como aquella primera vez, empezó a darle forma humana, le fue dando todas las cualidades para hacerlo un ser excelente, se esmeró al máximo en su obra, y una vez terminada con una paternal ternura dijo:
-Hijo mío, te he creado a mi imagen y semejanza, eres el fruto del amor que siento hacia los hombres y estoy seguro de que tú no me vas a fallar; vas a ser esa luz de amor que tanto necesita el mundo, vas a tener la oportunidad de dejar este mundo en mejores condiciones de cómo lo encontraste: y estoy seguro de que tú no me vas a fallar, porque vas a ser SCOUT.
Acababa de salir de una reunión con los Arcángeles, iba a develar una placa en honor a Gandhi, en fin, se encontraba muy ocupado.
... De pronto se le acercaron dos pequeños angelitos. Quienes muy ocupados le dijeron:
-Señor, tenemos un problema; yo pienso que hay que hacer algo por los humanos, las guerras continúan en la tierra, hay hambre y miseria por todos lados, en fin…hay que hacer algo Señor!
-Y yo Señor, interrumpió el otro, yo creo que no tiene caso, me entristezco mucho al ver lo que sucede cuando decides mandar un nuevo ser a la tierra. Te esmeras al máximo por darle todo para ser un triunfador, lo colmas de cualidades y virtudes, y ve lo que resultan: narcotraficantes, ladrones, seres mediocres cuyo único objetivo es hundir a sus semejantes.
Entonces Dios, sin decir nada, tomó un poco de lodo y como aquella primera vez, empezó a darle forma humana, le fue dando todas las cualidades para hacerlo un ser excelente, se esmeró al máximo en su obra, y una vez terminada con una paternal ternura dijo:
-Hijo mío, te he creado a mi imagen y semejanza, eres el fruto del amor que siento hacia los hombres y estoy seguro de que tú no me vas a fallar; vas a ser esa luz de amor que tanto necesita el mundo, vas a tener la oportunidad de dejar este mundo en mejores condiciones de cómo lo encontraste: y estoy seguro de que tú no me vas a fallar, porque vas a ser SCOUT.
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